La bufanda la hice el año pasado para una niña de cinco años que tiene el azul como color favorito. Los escarpines me los hice para mí. Aquí en Suecia no se usan zapatos adentro de las casas y siempre andaba con medias, pero cuando estaba por nacer mi nieta aprendí a hacer escarpines y pensé que podría hacer un par para mí, muy prácticos para ponerme cuando me saco las botas.

Hice estos dos pares y quise mejorarlos, como las medias de lana siempre se me gastaban tan pronto en la suela, ya que por problemas a la espalda no puedo estar mucho rato sentada y tengo que moverme mucho en casa, quise ponerles algo que les estirara la vida, pero no encontraba qué.

Un día ví en una tienda un rollo de esa redecita de goma que se pone debajo de las alfombras para que no se corran de lugar. Pensé que eso era lo ideal para mis escarpines, no se romperían tan pronto y también ayudaría a que no me patinara en el piso que a veces está tan resbaloso.

Compré un rollo de esa redecilla de goma. Llegué a casa y corté dos suelas, cosí una, empecé a coser la otra y no pude aguantarme de probar ya la primera, me puse el escarpín, me paré, fui a dar un paso, y el escarpín quedó pegado al piso!!!

Sin duda sería efectivo para que no me resbalara, y seguramente también para que no se gastara la suela, cómo no iba a serlo si me impedía caminar! No terminé de coser la otra suela y hoy los almohadones de las sillas de la cocina no se corren nunca de lugar, algún uso le pude dar, pero mis escarpines siguen sin suela de refuerzo.