Después de varios días muy primaverales ayer amaneció todo tapado de nieve, tal como corresponde a este mes tan indeciso. Cuando salí a hacer las compras me llevé la cámara de fotos, pensaba sacarle otra foto a las flores que les mostré hace un par de días, pero estaban totalmente tapadas de nieve, a cambio saqué estas otras dos fotos:

Ésta la saqué al lado de la puerta del edificio, como ven estaban bien cargaditas las ramas de los arbustos:

Me recordó a mis primeros años en Suecia, antes de aprender a desconfiar de este mes. Cuando había varios días primaverales ya guardaba la ropa de invierno, y después un día al levantarme me sorprendía todo tapado de nieve y a las apuradas tenía que ponerme a buscar las botas y abrigos otra vez. Y como siempre de los errores se aprende, yo aprendí a no creer que porque hiciera calorcito, la naturaleza estuviera despierta y los pájaros cantando, había que guardar la ropa de invierno. Mi desconfianza con el tiempo fue creciendo al punto que hoy espero hasta más o menos la mitad del verano antes de animarme a guardar las botas.