Dejé los pinceles en remojo y se les acabó el descanso a las agujas. Hice esta pulsera:
Esos botones turquesa los había pensado para la pulsera blanca pero cuando la hice me dí cuenta que necesitaban un hilo oscuro para que resaltaran con el contraste, lo que no conseguí fui sacarle una foto donde se luciera bien el color, ésta es la que quedó más parecido, pero el color de las perlitas del borde quedó muy oscuro, en realidad son casi del mismo color que los botones.
Escribo bastante desconcentrada porque desde hace un ratito una idea anda revoloteando en mi cabeza. Es la idea de otro modelo de pulsera, esa sería en negro y blanco, veré si es posible llevarla a la práctica.

Ayer Nekane y Penélope me decían que el dicho sobre el orégano ellas lo habían escuchado pero distinto, yo busqué por internet y encontré dos versiones:
Hacérsele a uno el campo orégano.
No todo el monte es orégano.
Y seguro que haya un montón de versiones más. Yo cuando escuchaba "se le hizo el campo orégano" pensaba que era algo malo, que significaba que a alguien le habrían salido mal las cosas, hasta que planté orégano en el balcón y casi me lo invade todito, menos mal que estaba don Anselmo con su guadaña para frenarlo un poco, se extiende con mucha facilidad. Como ven a mí es mejor hablarme claramente, nada de usar dicho que yo pueda interpretar al revés. Aunque la verdad que hay muy lindos y divertidos dichos en todos lados.
El verano es corto y mi tortugo come todo el año, así que terminado el verano me hago un jardincito de hierbas en la ventana de la cocina, aunque sin don Anselmo, a esas hierbas las cuido yo, pero quien sabe, ahora que lo pinté capaz que este otoño me da por entrarlo y ponerlo también en la ventana. Soy algo inconvencional para poner adornos, por ejemplo en el balcón tengo bichitos de cerámira escondidos entre plantas y otros los puse en macetas grandes en las que planté tres o cuatro plantas distintas. Tenía unos pajaritos de cerámica en un estante en el living, pero después se me ocurrió ponerlos entre plantas en el balcón y me parece que quedan mejor ahí, están más en su elemento.
Me han comentado el lindo aroma de la albahaca, a mí también me gusta, a veces toco las hojas solamente para sentirles ese aromita tan rico que tienen. Los días que le doy albahaca a mi tortugo, le pasa por arriba, la pisa y el apartamento se llena del aroma de la albahaca.