Ayer vino Åsa con su hija Alice de la misma edad que mi nieta. Nos habíamos encontrado una vez en la casa de la cultura en el mes de mayo y era hora de vernos de nuevo. Åsa quería que le explicara algo de crochet. Así que vinieron y pasamos un rato de lo más entretenidas. Pero iré por partes o por orden cronológico.
Yo venía con una gripecita que no se quería ir y anduve hasta antes de ayer con fiebre, así que no había hecho mucho más que los muffins que les conté ayer, así quedaron, como ven uno se desparramó pero los demás quedaron bien por lo menos de pinta:


Ayer en la mañana hice una torta de jamón y queso. Después se me ocurrió hacer unas palmitas, aquellas que tenían varios nombres en los distintos países y está la receta en el archivo por Recetas dulces. Quería que cuando Åsa viniera apenas entrara sintiera el olorcito a galletitas recién hechas, parece que da una bienvenida muy especial el olorcito a algo rico recién sacado del horno. Tenía masa de hojaldre en el congelador y las hice en un momentito, las puse al horno, fuí al baño y ahí fue que se desbarajustó todo: se cayó un tornillo de la tapa del WC, intenté ponerlo varias veces pero no atornillaba, no quedaba fijo como debía, en eso estaba cuando recordé las galletitas:

Cuando abrí el horno empezó a sonar la alarma de incendios. Estaba entre ir a abrir la puerta del balcón para intentar ventilar y sacar esa humadera y olor a quemado, o apagar la alarma cuando llama mi vecina a preguntarme si podía venir ahora a que le cosiera unas sábanas.

Al ratito llegó mi nieta y tuvimos tiempo de jugar y desordenar bastante antes que llegaran Åsa y Alice. Después fuimos a la parada a esperarlas. Muy tímidas las dos nenas. Traté de ayudar a romper el hielo pidiéndoles que juntaran yuyos (hierbas) para mi tortugo (que avivada que soy!), pero siguieron muy tímidas, hasta que entramos a casa en que como por arte de magia se desaparecieron para mi cuarto y ya riéndose las dos como viejas amigas.
Aquí jugaron las nenas, se nota? bueno, no, la foto no muestra bien todo el desorden que hicieron, las mantas colgando de los muebles son carpas o casitas que se hicieron:

Jugaron muy bien salvo un momentito en que hubo cierto desacuerdo entre ellas, las dos rompieron la casita de la otra, pero prontito se hicieron amigas de nuevo.

Åsa y yo charlamos y charlamos y charlamos y un ratitito sacamos la lana y agujas a relucir. Fue un día muy, muy lindo que espero que se repita, ya mi nieta me dijo que quería que así fuera.

Me trajo esta lana que hiló ella y que Tina tiñó, lindísima lana, Shetland color malaquita y de tres hebras, y ya estoy pensando que me haré con ella, esta vez será algo para mí, y unas cuentitas preciosas en color azul, que también usaré para hacerme algo para mí, se me despertó el egoísmo al recibir tan lindos regalitos!