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Mi taller es un lugar abierto a amigas interesadas en las manualidades. Espero podamos enriquecernos intercambiando ideas.

"Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender". Charles Dickens.


måndag 18 augusti 2008

Mi primer reloj

Mi relación con los relojes siempre fue muy especial. Recuerdo que ya desde niña muy chica me fascinaban. No es algo filosófico ni profundo, nada que tenga que ver con el poder medir el tiempo. No, nada de eso, simplemente que para mí, más que marcar la hora, los relojes marcaban etapas, usar reloj era cosa de gente grande.

Recuerdo cuando iba a los cumpleaños y en una sorpresa me tocaba un reloj, aquellos de juguete con una cinta elástica en zig zag, los había de distintos colores, más recuerdo los rojos y los amarillos. Pasaba muchos días con aquel reloj en mi muñeca.

Tenía bien practicado el gesto de mirar el reloj, cómo se estira el brazo para que la manga deje al reloj a la vista, o como elegantemente se corre la manga con la mano. Yo practicaba y practicaba esos dos gestos, mirando el reloj de juguete o el imaginario.

Luego vino una etapa en que si bien se puede afirmar que comencé una ofensiva contra mis padres para que agotados terminaran comprándome un reloj, yo aseguro que si eso sucedió, fue pura casualidad, no hubo ninguna intención artera. Los habré cansado, sí, pero no fue con premeditación y alevosía, simplemente quería saber en qué hora vivía.

A cada ratito preguntaba: ¿qué hora es? Deben haber terminado con los brazos acalambrados, en aquellos tiempos no todos los aparatos estaban relojizados como hoy, y tampoco había tantos aparatos en las casas, entonces debían mirar el reloj pulsera cada vez que yo preguntaba, repito, a cada ratito, la hora.

Así fue que aquel año los reyes me trajeron el mejor regalo: un reloj pulsera! Me costó creer que era verdad que yo fuera la feliz poseedora de un reloj, y cuando me convencí que era así, aquel reloj era mío, me lo puse.

Me lo puse en el brazo que tan practicado tenía, el derecho. Cada vez que mis padres veían que yo andaba con el reloj en el brazo derecho, me lo hacían cambiar para el izquierdo. Pero la fuerza de la costumbre es muy grande, sobre todo cuando es costumbre de tanto tiempo, y si bien me hacían poner el reloj en el brazo izquierdo, yo seguía mirando el derecho con aquel gesto tan elegante que además no dejaba ninguna duda que yo tenía reloj.

Si mis padres calcularon que al tener reloj propio ellos se salvarían de mi "¿qué hora es?" pues se equivocaron enormemente! Yo miraba mi brazo derecho, constataba que el reloj no estaba ahí, miraba el brazo izquierdo donde sí estaba el reloj, y preguntaba la hora, quería asegurarme que estuviera funcionando bien, que estuviera en hora.

Y mucho no se podía hacer con un reloj más que mirar la hora y darle cuerda,sí en aquellos tiempos eran relojes a cuerda, por tanto a esas dos actividades dedicaba gran parte del día con el resultado que la cuerda a cada rato se rompía. Fue un elemento más con el que cansar a mis padres.

Lo llevaba a la farmacia a que lo arreglaran. Ahora me doy cuenta que es algo extraño, no creo que esté entre las tareas de un farmacéutico el arreglar relojes, pero el de mi barrio lo hacía, o por lo menos el mío lo arreglaba.

Yo entraba muy orgullosa a la farmacia, ningún cliente allí presente se perdía de enterarse que yo tenía reloj. Con el tiempo terminaron todos bastante cansados como mis padres, y hasta el farmacéutico cuando me veía entrar en la farmacia ya me preguntaba ¿el reloj otra vez?

Un día me dijo que ya no tenía arreglo, no sé si realmente habrá sido así o mis padres le habrán pedido que me dijera eso, o fue iniciativa propia, pero así terminó sus días mis primer reloj. Mi gran amor terminó liquidándolo.
Otro día les contaré de mi relación actual con los relojes.

11 kommentarer:

Carmen Tye sa...

Hola Guap!
Interesante la narracion.. Es curioso porque aunque uno no viva como corriendo tras el tiempo siempre, sin reloj si me siento asi como sin rumbo... Y creo que se hace mania eso de querer sincronizar tanto reloj de tanto aparato que hoy en dia nos invade o digo acompaña! jaja

besotes

Anonym sa...

hola.....jejejejejej te imagino practicando tus movimientos de brazos para cuando tubieras tu propio reloj, !!!!que niña!!!

Antiguamente el peluquero hacia las veces de dentistas, con que instrumentos sacaba muelas o dientes?? no lo se, pero espero que no haya sido con tijeras de pelo jeje
Cariñoa para ti.
!!!!muack!!!!!

Anonym sa...

Hola Themis, esa fijación por el reloj nos da a todas..creo ... en la vida, a mi se me acabo cuando tome un trabajo que me exigia la puntualidad, y mi necesario reloj que lo habia tenido por muchisimos años se me quedo en un Bus camino a ese trabajo. Te dejo un abrazo amiga cariños

Cositasconmesh sa...

orale con el reloj :)jaja ,yo le tengo mucho cariño al mio ya que mi papa me lo regalo cuando cumpli 15 años :)
ten lindo dia
mesh :)

Carol sa...

hola amiga!!1m uchas gracias por tu visita!!! mich asi que conoces las empanaditas son muy ricas!!!!!! haber si te animas y haces unas .. no esperes a vnir a chilito para cmer de nuevo jejejeje....

cariños y besitos

Sylvana sa...

Creo que todos pasamos por esa etapa, en mi caso tambien era una cosa de grandes y al igual que vos me pase un buen rato practicando y aburriendo a mis padres hasta que finalmente me compraro uno. En mi cuento recien se habian empezado a usar los digitales, use este reloj por mucho tiempo hasta que para mis 15 una de mis tias me regalo un Citizen (de agujas) que era lo maximo. Todavia lo tengo, ahora que me acuerdo tendria que cambiarle las pilas (hace mucho que ando sin reloj, con tanto aparato lleno de relojes para que usar uno propio)

Sylvana sa...

uhh me falto algo, espero que te encuenres mejor de salud,
Un beso grande y que tengas buena semana

εїз BorBoLeTA εїз sa...

amiga, hoy si me desconcertaste..yo prefiero vivir sin el, es imposible para mi tener un aparato que este detras mio diciendome que me apure, no puedo, perdoname pero prefiero vivir el momento tal cual, si acaso con la intensidad del sol me voy guiando para saber la hora

tia elsa sa...

Muy gracioso tu amor por los relojes, me imagino tus padres pensando le regalamos el reloj y estamos liberados pero no!!!! jajaja! tu la seguias, me encanto, hasta el pobre farmaceútico se harto. Espero tu segunda entrega, besitos tía Elsa

Carmen-Gloria sa...

Amiga que interesante relato, mi reloj es algo super especial para mi, es herencia de mi abuelo, tiene mas de 100 años y le tengo que "dar cuerda" pues es mecanico, puedo salir sin zapatos de mi casa pero no sin reloj,y me voy porque se hace tarde, te dejo un abrazo y que tengas linda semana

Susana sa...

Qué linda anécdota... Ya veo que también sabes "tejer cuentos"... Me encantó porque me ví reflejada... fue como mirar hacia mi niñez....
Somos de la misma generación, de los relojitos de plástico que venían en las sorpresitas de cumpleaños, que atesorábamos como ssi sirvieran para algo...
Qué época aquella en la que queríamos parecer más grandes....!!!! Ahora no tenemos apuro porque el tiempo pase porque ya comprobamos que no sabe caminar sino correr... más rápido que los jamaiquinos (jajaja)
Un abrazo... y muy rica la idea con las manzanas...