Ayer, para gran alegría mía, llovió en la mañana. Limpió el aire de polen que me traía muy molesta.
Me olvidé de contarles que cuando fui al second hand, que es de la cruz roja, estuve un rato charlando con las que estaban trabajando ya que las conozco de cuando yo trabajaba ahí, en ese mismo second hand. Como fui en la mañana, antes que empezara el calor, llevaba una de mis gorras puesta y a dos de ellas le gustó, una dijo que podrían encargarme que les tejiera unas así, después me pidió el patrón, ya se lo mandé por e-mail, pero quedamos que si tiene dificultades, me lo dice y le tejo yo la gorra. También hablaron de tejer gorras así para vender ahí.

A pesar de que llovió y ya no había tanto polen, no salí ayer. No crean que por eso me salvé de que alguien me preguntara algo, vino una vecina a preguntarme si su gato estaba en mi balcón, ella vive en la otra punta del edificio, hay cuatro apartamentos de por medio pero igual pensó que caminando por la baranda de los balcones podría haber llegado hasta aquí, pero no, aquí no estaba. Eso, no fue nada similar con lo que conté ayer que pasó con los muchachos asiáticos, a la vecina la llevé directamente para el balcón.

Cambié de modelo de pulseras, hice ésta, que es más oscura de como se ve en la foto:

Ahora estoy en el collar que hace juego. Los materiales venían en un paquete que compré hace poco, venían un par de metros de cadena, los clavitos o alfileres para poner las cuentas, las cuentas, los cierres, bueno, todo lo necesario. Claro que no pude con mi genio y tuve que hacerle cambios, unas perlas que venían en el paquete no me gustaron, las cambié por otras que tenía en casa.