Ayer me olvidé de aclarar que los muffins los hice pensando en llevarle algunos al zapatero cuando fuera a buscar las botas. Y así lo hice, le llevé seis, son grandes, usé unos moldes que son casi el doble de grande que los que acostumbran usarse aquí.

Fui cerca del mediodía pero las botitas todavía no estaban, me dijo que volviera después de las cuatro, igual le dejé los muffins. Cuando fui a las cinco, apenas entré el hijo del zapatero me dijo que los muffins estaban riquísimos, ya los habían comido todos.

Pero las botitas seguían sin estar, me mostró como había tenido que reconstruir el taco o talón y tenía que esperar que secara para seguir agregando algo más. Dijo que estarían hoy.

Se quemó o rompió la bombita del baño. Menos mal que ya me conozco y no necesito verme, aunque no descarto que al maquillarme me pinté un ojo en la frente o en el cachete.

Mi hijo me cambió todas las bombitas el año pasado, puso las de baja energía. Son mejores para el medio ambiente y para el bolsillo porque se gasta mucha menos electricidad. La contra es que se rompen más seguido que las otras.

Esta vez le tocó a la del baño romperse y no conseguí cambiarla! La lámpara es como una esfera de vidrio que se enrosca, y sin duda que mi hijo tiene más fuerza que yo, la enroscó de tal manera que no pude sacarla. Hice varios intentos, cada tanto iba a probar si había cambiado de idea y ya no estaba tan arraigada a la pared, pero seguía en las mismas y lo único que conseguí fue que me volviera un poco de vértigo de tanto forzar la nuca.

Probé varias veces sin éxito, suerte que tenía los muffins, llamé a una vecina, era la única que ví que estaba en la casa, vino a ayudarme y le dí unos muffins. No podríamos empezar a usar muffins en lugar de plata?