Casi, casi terminado el overol que le estoy haciendo a Fransson, me falta solamente coserle los puños a las patas. Podría haberlo terminado ayer pero fue un día movido. En la mañana salimos a caminar, pasamos por la tienda de telas a comprar algo con que avivar al overol (no porque sea tonto sino porque es de colores oscuros).

Fransson andaba de un humor muy cariñoso, cada vez que pasaba al lado de alguien se le ponía delante moviendo la cola, buscando mimos. Llegando a la tienda, estaba la dueña afuera, Fransson fue corriendo hacia ella y se le sentó adelante, dándole la espalda para que lo acariciera.

Después noté que tenía muchas de correr (Fransson, no yo), y pensé pasar por el jardín de los perros, solamente lo atravesaría de pasada para darle oportunidad de correr suelto un poco, pero ahí estaba una vecina con seis perros, todos más o menos del tamaño de Fransson y que ya se conocen, así que nos quedamos un rato.

Camino para casa ya no solamente se le habían pasado las ganas de correr sino que también las de caminar, quedó agotado de jugar. Caminaba despacito y después se sentó en la vereda dos o tres veces antes de llegar a casa.

De tarde vino mi hijo a buscarme para ir a dos tiendas grandes, Fransson quedó con la madrina. Mi hijo le compró a Fransson una caja grande donde guardar los juguetes, una cucha tipo carpa, que me parece que es muy chica, y un túnel de dos metros y medio de largo y cuarenta centímetros de diámetro.

Lo trajeron a casa cuando ya había armado todo, quedó muy asombrado y algo asustado también. Se acercaba muy, muuuuuy cauteloso a las cosas a olfatearlas, apenas las olfateaba y pegaba un salto para atrás! Yo había puesto golosinas dentro de la carpa y del túnel, pero llevó un buen rato antes que se animara a agarrarlas.

A la carpa no necesita entrar para sacarlas, al túnel sí, y después de varios intentos se animó a entrar. Creo que le gustó porque más tarde estaba jugando a tirar un juguete para que fuera a buscarlo, uno de sus juegos favoritos, y una de las veces para ir a buscar el juguete pasó por dentro del túnel, aunque no le quedaba de pasada, se ve que simplemente tuvo ganas de pasar por ahí.

La caja para los juguetes es de plástico transparente, le costó animarse a acercarse a olfatearla, y más todavía le costó animarse a tratar de sacar algún juguete. Se acercaba a la caja, miraba los juguetes a través del plástico, trataba de olfatearlos también a través del plástico, después de un rato se animó a poner la cabeza sobre la caja, pero no a tratar de agarrar un juguete, solamente los miraba y lloraba, luego me lloraba a mí, parece que quería que lo ayudara a sacar los juguetes. Y al final se animó a sacar un muñequito él solo.

Aquí lo ven casi saliendo del túnel: