Otro día muy primaveral que aprovechamos para ir al jardín de los perros en la mañana, todos los días no encontramos con una señora y un perro, Freddy, que juega muy bien con Fransson y Fritiof, sobre todo con Fransson, Fritiof a veces le gruñe o ladra.

En el otro jardín había dos perros policía, un ovejero alemán, y una springer spaniel que está en celo. Mientras estaban solamente los perros polícia, Fransson y Freddy iba a cada rato a jugar o saludarlos a través del alambrado. Fritiof les ladraba de lejos, él no se aleja mucho de mí todavía.

Después fue que apareció la perra en celo y Fransson y Freddy la saludaban por el alambrado, de pronto la dueña nos hace señas que vayamos, y veo que otra tenía a Fransson en brazos, se había pasado para el otro lado por abajo del porton!
Nos tuvimos que ir porque no quería quedarse del lado que estábamos, lógico que quería ir para donde estaba la perra en celo!

Había pensado seguir cosiendo la remera que empecé para Fransson, pero cambié de planes e hice golosinas caninas. Simples, herví hígado de pollo, lo corté en rodajas finas y las puse a secar en el horno hasta que quedaron crocantes.

Quizás a ustedes no les parezcan apetitosos pero a Fransson y Fritiof les encantaron:


Y mientras ellos se dedicaron a reordenar el living, el sofá quedó así: