La mañana ayer empezó gris, fresca y con llovizna. Nos pusimos ropa adecuada y nos fuimos a caminar. Como era temprano y casi no veía gente afuera decidí ir al bosque, hace tiempo no íbamos por temor a las víboras, pero las víboras no son tontas, con fresco y lluvia no salen a tomar sol, así que tanto riesgo no había.

Al fin pudieron correr sueltos, como no estamos yendo al jardín de perros, estaban necesitando moverse líbremente, disfrutaron mucho del paseo y volvieron a casa agotados.

Cuando volvimos a casa vino uno de mis hijos a tomar un café. Luego del mediodía vino la madrina de Fransson también a tomar un café y charlar. Fransson que le tomó el gusto a las galletitas después que lo dejé solo en casa y con un plato con galletitas arriba de la mesa de la cocina, hizo varios intentos de servirse él también una, o más galletitas, pero no lo dejamos.

Sin correa por el bosque:


Observando el panorama desde una altura, bueno alturita:


Y después bajaron corriendo: