Otro día de mucha lluvia ayer. En la mañana salimos a caminar cerca de una hora, lloviznaba todo el tiempo. En la tarde mi hijo trajo a Oden, estaban invitados a casa de unos amigos pero sin perrito, así que lo dejó en casa más de cinco horas.

Fransson y Fritiof contentísimos cuando estando afuera vimos que venía mi hijo y les dije que traía a Oden. Fritiof impaciente lloraba y quería saltar al auto. Empezaron jugando mucho, hasta que se cansaron de la fuerza de Oden, les salta y los muerde con esos dientitos tan filosos que tienen los cachorros, y ya no les gusta tanto jugar con él.

Fransson algunas veces le quiso dejar bien claro que tiene que portarse mejor, Fritiof le huye. Odin sigue imperturbable, él quiere jugar, ni idea tiene de su fuerza ni cuanto duele cuando mordisquea.

Vino la madrina de Fransson con la hija. La madrina de Fransson levantó a Odin, él jugueteando le mordió la nariz y se la hizo sangrar, le tuve que dar una curita. También me mordió a mí en un dedo que sangró bastante y tuve que ponerme una curita.

Después de jugar muchísimo, se cansaron. Oden durmió como una hora. Cuando se despertó salí con los tres. Yo venía entrenando a Fransson y a Fritiof a caminar los dos del mismo lado, así me queda una mano libre para llevar la correa de Oden del otro lado, pero Oden no lo entendió! él quería ir junto a sus amiguitos, me pasé desenredando correas!

Cuando vinieron a buscarlo estaba dormido otra vez. Como la puerta de abajo está trancada a esa hora, bajé con él. Cuando lo levanté se despertó, me miró y siguió durmiendo en mis brazos.

Cansado de tanto juego: