Hoy decidí ser yo quien visitara a alguna vecina. Hice un arrollado de dulce de leche bañado en chocolate. La vecina de al lado salió favorecida (modestia aparte) con mi visita (y el arrollado).

Llegué justo que la vecina había puesto a hacer café. Tenía ya visitas, la hija, el yerno y el nieto. Como se muda el sábado que viene tiene la casa llena de cajas, ya empaquetó casi todo. Y con tantas cajas casi no había lugar donde sentarnos todos.

Se resolvió fácil el problema, nos vinimos todos para casa! Estaba para filmarnos, salimos todos en fila, cada uno con su taza de café en la mano, y la hija de la vecina traía también el arrollado, el nieto un jugo.

En la tardecita vino a traerme una silla para mi jardincito y se quedó charlando un rato. La hija estuvo mirando mi apartamento, notó que el mueble que tengo en la cocina lo compró ella. Y seguramente habrá notado que el cubrecamas, la lámpara en la ventana y un adorno sobre la cómoda en mi dormitorio eran de la madre, y en el baño están su cortina y alfombra. Como para no sentirse como en su casa!

Fransson observa con atención un bulto que va moviéndose en la cama, por supuesto que es Fritiof que consiguió meterse abajo del cubrecama:


Estaría jugando a los fantasmas? después de ésto, Fransson se bajó de la cama pero desde el piso seguía muy atento al bulto que se movía por toda la cama, después subió de nuevo a olfatearlo. Y todo terminó con que tuve que ayudar a Fritiof a salir de abajo del cubrecamas: