Terminé el chal para mi ex nuera, no sé si le gustará, al comprar la lana pensé que tendría menos rojo pero tenía bastante por eso no sé si le gustará, en caso que no le guste le tejo otro en otra lana sin nada de rojo, solamente blanco y distintos tonos de azul.

En la mañana me llevé un buen susto. Salimos a caminar y al pasar junto a un bosquecito se me ocurrió soltar a Fransson y Fritiof para que corrieran un poco. No sabía que en ese lugar había reunión de liebres.

Apenas los solté salió corriendo una liebre y Fransson atrás, por supuesto que ni caso me hizo cuando lo llamé. Otras liebres empezaron a correr también, fue la desbandada, y yo viendo a Fransson que se alejaba traté de evitar que Fritiof hiciera lo mismo, por suerte él no se alejó.

Cuando al fin pude correr atrás de Fransson, quien sabe por donde andaba él. Llegué al borde del bosquecito y no lo veía, no sabía si había seguido corriendo para adelante, por un descampado o si fue para la izquierda o la derecha.

Lo llamaba y llamaba y no sabía para que lado agarrar, y en eso estaba cuando me dí vuelta y lo veo venir corriendo desde el bosquecito, parece que había corrido en círculo. Fueron unos minutos pero me parecieron horas.

La tarde fue más calma, seguí trabajando en el jardincito. Vino la vecina nueva a preguntarme si quería que me prestara el rastrillo para sacar las hojas secas de mi jardín, ella había comprado uno ayer.

Y saqué un montón de hojas secas más qué sé yo que más que también había en el suelo, mi nieta hubiera estado de lo más feliz con todos esos tesoros, algunos se los guardé para cuando venga.

No conforme con esa limpieza me dió por cortar el poco cesped que hay, que será poco pero estaba tan largo, como que hace tantos años que nadie hacía nada ahí afuera. A Falta de máquina de cortar cesped, lo corté con una tijera común y corriente. Va tomando forma mi jardincito.

Muchísimas gracias, Meximissus! Veré quien quiere la planta de ruibarbos y si nadie la quiere la tiro.

El chal que espero le guste a mi ex nuera:


Se fue la nieve y parece otoño al volver a verse las hojas secas. Por aquí fue que Fransson salió corriendo atrás de una liebre: