Resfriada o alergiada como ando, no me dió para meterme nuevamente en el cuartito del relajo a remover cosas que llevan muuuucho tiempo guardadas. A cambio se me ocurrió probar a tejer con la lana que compré cuando fui a ver qué lanas venderán en la tienda de mi barrio.

Me gustó el color y compré dos madejas aunque sin saber en qué las usarías. Ahora decidí que podría hacer un chal, que es bastante más chico que una manta. Como la lana no es tan barata decidí hacerlo en punto salomón, la lana rinde bien en ese punto y no necesitaría comprar tantas madejas más.

Como hace mucho que tejí un chal triangular en ese punto, no me acordaba como empezarlo, estuve probando y probando y no había caso, me quedaba cualquier forma menos un triángulo. Tuve que acudir a internet para que me resfrescara la memoria.
Con tantas vueltas no llegué a tejer más que ésto:

Lo suficiente como para darme cuenta que ahora sí me sale como debe. El color no es exactamente así, saqué la foto afuera para que no funcionara el flash pero la luz del sol, que había mucho en esos momentos, me cambió el color.