Corté tela para hacer otro overol a Fritiof, éste será azul, con la tela que sobró de un pantalón, ya lo usé para hacerle otra ropa a Fransson. Todavía no decidí bien con qué haré la capucha y los puños ni que adornito ponerle, seguramente un bolsillo porque tengo manía por los bolsillos.

Después no hice más nada porque vinieron mi hijo y mi nieta. Mi hijo la dejó en casa mientras él fue a hacer las compras de la semana al supermercado, después volvió a quedarse un rato a charlar y tomar un café.

Mi nieta había venido preparada como para jugar varios días, se trajo varias cositas, me dió la lista de las cosas que quería jugar y después a algunas jugamos, pero nos pusimos a jugar a las tiendas, vendía cinturones, después vendía pulseras, y ahí el juego fue cambiando. Se le ocurrió ordenar mis collares y pulseras por color.

Yo tenía las cosas en distintas cajitas, ella las puso sobre mi cama y las fue amontonando según el color y como combinaban. Hasta que vino mi hijo y como ella también quería ir a la cocina a comer helado, ya me había preguntado si tenía, entonces metió todo como vino en las cajas porque no se acordaba donde habían estado guardadas todas las cosas. O sea que empezó a ordenar y terminó desordenando, pero bueno, dicen que lo que vale es la intención.

Voy perdiendo terreno en el sofá, mis perritos se van expandiendo más y más, y el relajo que arman, las mantas las enroscan, les gusta hacerse nidos, ni que fueran pájaros! Los almohadones yo los pongo en las esquinas, pero ellos los cambian de lugar, hace unos días Fritiof pasó un almohadón de una esquina a la otra.
Aquí los ven durmiendo cada uno con un almohadón: