Día activo ayer, primero fui al supermercado, Fransson y Fritiof quedaron jugando, lo sé porque habían bajado una pelota de tenis que dejé arriba de la mesa de la cocina, sí, entiendo, no era lugar para una pelota de tenis, de paso corrieron de lugar el mantel y centro de mesa con velas.

No sé por qué escribo en plural, estoy segura que fue Fransson, ya que Fritiof no sube a la mesa. Fransson tampoco lo hacía pero cuando dejé las galletitas sobre la mesa fue grande la tentación. Y una vez que subió a la mesa pues aprendió que puede y donde yo salga, aprovecha a subirse a ver que hay.

Ayer fue la pelotita de tenis, otro día fueron mis lentes de leer que cuando volví del supermercado encontré en su camita de la cocina, me llamó la atención, me pregunté si se me habrían caído al piso y ellos los encontraron, los mordieron de modo que una patilla quedo medio fuera de lugar y un vidrio estaba saliéndose, tuve que colocarlo de nuevo. Ahora creo que no se me cayeron sino que Fransson los bajó de la mesa. Tengo que tener más cuidado ahora con lo que dejo arriba de la mesa.

En la mañana fuimos al jardín de perros. Volvimos a casa, almorcé y nos fuimos a visitar a Carl Otto, su amiguito. Cuando íbamos a salir les dije para donde iríamos y Fransson saltaba impaciente en el ascensor, después me llevó casi corriendo, tiraba de la correa, yo lo frenaba pero él estaba muy impaciente por llegar a casa de su amigo.

Cuando volvimos cené, sí, ceno temprano, y llamó una amiga a decirme que pasara a buscarla cuando fuéramos a caminar de nuevo, y un rato más tarde fuimos a buscarla, caminamos cerca de dos horas.

No se podía hacer otra cosa que estar a la sombra ayer, hacía mucho calor: