Que día ayer! Mi nuera iba a pasar al mediodía a dejarme unas manzanas que me manda mi consuegra. Todos los perritos (Oden vino a casa a las seis y media de la mañana) jugaron un rato tempranito en la mañana y después se durmieron, entonces aproveché a hacer galletitas.

Quise variarme un poco, hice dos tipos de galletitas, muy rápidas porque se hacen chorizos o víboras de masa, se ponen sobre la chapa, se aplastan un poquito y cuando se las saca del horno se las corta en pedacitos en diagonal.

Hice una masa básica, luego hice un chorizo al que le puse una línea de dulce de frambuesa y al sacar del horno decoré con azúcar impalpable con jugo de limón. Al resto de la masa le agregué cacao y un poco de café, luego de aplastar un poquito la masa, la pincelé con clara de huevo y arriba azúcar granulada.

Al mediodía vino mi nuera, al ratito vino una vecina, la dueña de Tindra. Cuando se fue mi nuera vino otra vecina. Menos mal que había hecho las galletitas, tuve algo rico con qué convidar. Una de las vecinas propuso que todos los viernes yo convide con café y algo casero.

Mientras estaban las visitas, Oden, Fransson y Fritiof pasaron buena parte del tiempo durmiendo. Luego de hacer las galletitas salimos a caminar un rato y al entrar estuvimos jugando, se ve que quedaron cansados.

Hoy viene mi nieta. Mi hijo va a correr una carrera de posta con los compañeros de trabajo, le tengo que preguntar bien qué es, creo que compiten distintas empresas, y el equipo de la empresa corre cinco kilómetros cada uno, mientras él corre, mi nieta estará en casa conmigo.

A veces pelean pero duermen juntitos, menos Fransson que quedó sin lugar, y si Oden sigue creciendo así, pronto Fritiof tampoco tendrá lugar ahí: