Dejé descansar las lanas y me dediqué a aprender a hacer otra cosa. Ayer vino mi amiga Paola con todo su cargamento de cuentas, mostacillas, alambres y herramientas. Yo saqué a relucir mis cositas también, aunque tengo menos. La mesa de mi cocina-taller quedó así:

De ahí salieron estas libélulas:

Hechas con un alambre duro y uno blando más cuentas de distintos tamaños. Paola trajo unos papeles con el patrón y juntas desciframos como había que hacerlas. Ella hizo la color rojo o fuscia y yo la color lila.
Después me mostró como ella acostumbraba a hacer antes las libélulas:

Otro modelo pero que me gustó también mucho. Ella hizo la de colores y yo la rosada.
Ni que hablar que ya estoy pensando en qué usarlas y sobre todo en hacer más. Quizás unas más pequeñas para regalar como adorno de cartera o de celular (ya no solamente los visto y abrigo, ahora también les quiero colgar adornitos, en cualquier momentos les hago zapatos también). O pueden ser adornos de bufandas o carteras o gorras. Pero tengo que comprarme herramientas primero.