Ayer empecé a limpiar y ordenar en casa. Me gusta que vengan las vecinas y otras visitas, me encanta! pero a veces también puedo querer tener un día tranquilo, por tanto decidí limpiar y ordenar, ya que como es sabido, a casa limpia y ordenada no llegan visitas de imprevisto.
No había terminado de limpiar y vino una vecina a contarme que no pudo ir a su clase de yoga porque se quedó dormida mirando la tele, le ofrecí un café para que se despertara del todo, me pareció que lo necesitaba, se quedó un par de horas charlando. quizás no deba convidar con café.
Seguí con un overol que había empezado hace varios días, lo había cortado, ayer lo cosé pero quedaron por ponerle los puños, veré si hoy los coso en algún momento en que los tres perritos se duerman.
Otra foto de cuando estuvimos en la cabañita de mi vecina. Fransson y Oden mirando qué hay abajo de la terraza, otras veces iban a la terraza y saltaban para el cesped:



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